El día 15 de octubre, los alumnos de biblioteconomía tuvimos la oportunidad de conocer las entrañas de la biblioteca de la UPO desde un punto de vista distinto, supimos de las profundidades de este edificio, de los instrumentos necesarios para su existencia, de las secciones, etc., y tras esta visita, ahora tengo una visión muy diferente de lo que conocía, ya que siempre que se piensa en una biblioteca, se considera un inmueble dónde existen libros, volúmenes, revistas, etc., colocados en estanterías y anaqueles con una pegatina colocada en el canto, en un personal aburrido, sin nada que hacer sólo esperando a que venga alguien a pedir un manual, un tratado, etc., pero del mismo modo, esta idea también es errónea, una idea descaminada, sobre todo después de conocer a nuestro guía David, un bibliotecario de nuestra universidad y que nos ha mostrado las tareas que realiza un bibliotecario y su dinámica.
Comenzó explicando el camino que recorre los libros desde que llegan a las oficinas para posteriormente llevarlos a la sala:
En primer lugar, los libros llegan a las oficinas por petición de profesores, alumnos o por donaciones, etc. Se comprueba el albarán del pedido y si son los que se han solicitado, comprobación que se hace unidad por unidad. Posteriormente, se almacena por materia para poder ser clasificados y de aquí se pasa a la catalogación, es decir, se describe físicamente y su contenido, se le pone un tejuelo y una barra antirrobo. Para poder catalogar, se utiliza cuatro libros primordiales, "Reglas de catalogación española". Tras la catalogación, se pone al libro su signatura (consta del nº CDU, de las tres1ª letras del título y de tres letras del autor), y que a través de ella se puede hacer una búsqueda y acceder al documento en la sala. Finalmente, el libro llega a la sala y se coloca en la estantería correspondiente.
Después de todo este proceso, podemos atestiguar que detrás de cada libro que solicitamos en una biblioteca, hay una gran labor de estos profesionales.
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